¿Cómo dejar de procrastinar?​

¿Has escuchado o utilizado la palabra procrastinar? Seguramente, y es que es un término que ha ganado popularidad en los últimos años, pero ¿sabes exactamente qué es procrastinar? Es importante tener claro lo que significa para poder colocar fin a este comportamiento que no nos permite avanzar en las responsabilidades del día a día. 

 

¿Qué es la procrastinación? 

 

 

Grosso modo: procrastinar es aplazar o dejar para después una o varias tareas importantes que sabemos que debemos hacer, pero que aún no queremos iniciar. Esto sucede a causa de diferentes factores. De hecho, es importante tener claro que no es un comportamiento que tenga raíz en la pereza, incluso, puede ir más allá de la falta de motivación. 

 

¿Qué hace que procrastinemos? 

 

La causa de la procrastinación recae en nuestras emociones. Sucede que nosotros buscamos siempre sentirnos bien y dentro de esta búsqueda de sensaciones agradables se encuentra la gratificación inmediata al realizar alguna tarea o cumplir un objetivo.

Hasta el momento todo anda bien, pero al momento de hacer algo que no nos gusta es cuando se desencadena el comportamiento que conocemos como procrastinación. ¿Cómo funciona? Al no querer hacer esa tarea desagradable para nosotros, nos enfocamos en otros pendientes para sentir que ‘hacemos algo’ y así experimentar la sensación de gratificación (Diario The New York Times). 

Naturalmente, no vamos a sentir gratificación al hacer otras tareas y postergar el pendiente principal, pues este comportamiento desencadena estrés y ansiedad. Estas sensaciones desagradables irán aumentando en la medida que posterguemos lo que debemos hacer (Asana). 

 

¿Cuáles son las causas que nos hacen procrastinar? 

 

 

Existen diversas razones por las que evitamos y aplazamos tareas que tenemos pendientes y esto, va más allá de simplemente no gustarnos. Dentro de las causas más comunes se encuentran las siguientes: 

• Inseguridad y falta de autoestima: es común sentirnos abrumados frente a responsabilidades complejas y que demandantes que, incluso, suponen un reto. Este tipo de tareas pueden llevarnos a procrastinar. 
• Demasiada autocrítica, búsqueda del perfeccionismo: es normal querer cumplir con nuestras tareas y obtener los mejores resultados; sin embargo, cuando nos obsesionamos con ello podemos generar miedo al fracaso y caer en la procrastinación. 
• Falta de autocontrol y disciplina: es más sencillo hacer cosas que nos satisfacen en lugar de aquellas que más bien no nos gustan. En este caso, es necesario aprender a gestionar nuestras emociones y tener autocontrol para organizar las prioridades. 
• Falta de claridad y organización: en ocasiones, las tareas se acumulan, nos abrumamos y no sabemos cómo iniciar. Para ello, lo ideal es planificar el día, organizar las tareas según la urgencia y establecer tiempos. 

 

¿Cómo dejar de procrastinar? 

 

Identificar las causas que te hacen procrastinar es el primer paso para combatir este comportamiento. Después, es necesario enfocarte en la planificación de tu tiempo y organizar tus tareas. También te puede ayudar tener en cuenta estos factores: 

 

1. Proyecta tus objetivos: cada una las tareas que debes realizar tienen un fin, ya sea lograr una calificación positiva en la universidad, cumplir con las labores establecidas en el trabajo o puede ser algo personal o del hogar. Piensa en el por qué lo haces, qué te aporta y lo importante que es para ti, esto te motivará y te dará un propósito para finalizar esos pendientes. 

 

 

2. Organiza tus deberes según la prioridad: es normal tener momentos en donde los deberes no dejan de aparecer y, si no organizamos adecuadamente el tiempo, lo más seguro es que se acumulen. Esto genera estrés y angustia. Para evitarlo, lo ideal es hacer un listado cuyo orden se base en la urgencia de cada tarea y establecer cuánto tiempo vas a dedicar a cada una. Para cumplirlo es necesario tener disciplina y autocontrol, es decir que depende 100 % de ti. 

 

3. Pruebas técnicas de control del tiempo para cumplir tus objetivos: a veces no es fácil mantener la concentración y, quizás, cuando se trata de una tarea que no nos gusta puede ser más complejo. Por suerte, se han desarrollado varias técnicas que te pueden ayudar, entre ellas se encuentran: 

 

• Técnica Pomodoro: se trata de programar sesiones de trabajo divididas por un descanso, la medida más común es: media hora enfocada a trabajar y 5 minutos de descanso; y se repite hasta finalizar la tarea. 
• Timeboxing: o bloque de tiempo. Se basa en establecer una franja de tiempo específica para cumplir con una tarea; el objetivo es, claramente, finalizar dentro del tiempo estipulado. 
• Timeblocking: se basa en planificar las tareas de un día, e incluso de la semana, en ‘bloques’. Es decir, estableces bloques de tiempo para realizar determinadas tareas, y debes cumplirlo como un horario similar al de la universidad. 
• Regla de los dos minutos: ¿te falta poco para terminar una tarea? ¡Hazlo ahora! Tienes dos minutos para finalizar. 

 

Siguiendo estas recomendaciones podrás encontrar una alternativa efectiva para evitar procrastinar, ponlas en práctica y compromete contigo mismo para así poder cumplir tus objetivos y finalizar tus tareas a tiempo. Asimismo, podrás evitar sentir preocupación, estrés o angustia por esos pendientes que aún te están esperando y que no van a desaparecer por sí solos.  

¿Te gustó este contenido? No olvides suscribirte a nuestro blog para que no te pierdas ninguno de nuestros artículos