¿Cuáles son las habilidades blandas que piden las empresas y cómo mejorarlas?

Puede que alguna vez hayas escuchado sobre las soft skills o habilidades blandas, estas refieren a ciertas competencias sobre cómo nos relacionamos con otros, sobre nuestra manera de trabajar y otras que forman parte de nuestra conducta laboral.

Las habilidades blandas son muy valoradas por las empresas porque refieren a las características sociales del empleado, a su proactividad, a su desempeño y a que puede desarrollar bien sus actividades y trabajar en equipo para lograr las metas planteadas para su cargo y según la orientación del negocio. Veamos algunas de ellas:

Pensamiento analítico: una de las destrezas del ser humano de mayor ventaja es su capacidad de analizar situaciones y generar soluciones.

Piensa que en el trabajo te encontrarás con tareas que requerirán de pensamiento crítico para saber qué conviene hacer (plantear escenarios), entender los posibles impactos y saber en qué tiempos se puede contar con una solución efectiva. Esto pasa desde en una llamada donde te hacen una pregunta hasta cuando sucede algo inesperado en tu rutina de trabajo.

Escucha y aprendizaje activos: esta competencia desarrolla el foco de atención de manera consciente y de forma monofocal, esto implica concentrarnos en atender lo que alguien nos quiere comunicar y entender sus necesidades o también a la atención que prestamos a las situaciones que suceden a nuestro alrededor o que nos convocan en el trabajo.

Por otro lado, el aprendizaje activo es la capacidad de estar constantemente a la vanguardia de nueva información, procesos y metodologías de trabajo; dado que la innovación es una constante en el mundo en el que vivimos, estar al día es un reto activo de actualización para el crecimiento profesional.

Proactividad: mostrar la iniciativa por generar cambios estratégicos en los procesos de la compañía o sobre cómo se realizan ciertas labores, es una característica más que deseable en un colaborador de la empresa, porque demuestra una preocupación por la realización de labores de una manera más eficaz.

Piensa que tus ideas tienen mucha importancia y pueden evaluarlas con tu equipo de trabajo, capaz hay una manera de hacer las cosas más fáciles en tu área y ello beneficia a todos. Es cuestión de ser propositivo y tener claras las características de tus propuestas.

Trabajo en equipo: esta es una de las principales habilidades que solicitan las empresas porque es necesario que un trabajador interactúe con otras áreas y se generen sinergias de trabajo, ello fomentará la generación de proyectos que contribuyan a las metas de la empresa.

Amabilidad, solidaridad, delegar tareas, entender las fortalezas de otros, saber valorar las ideas de tus compañeros y tomar en cuenta su participación en los procesos son algunos de los elementos claves para el trabajo en equipo.

Resolución de problemas complejos: en el día a día se tendrán que resolver todo tipo de problemas, por lo que es necesario que para esta característica se tenga en cuenta el pensamiento analítico de las situaciones y el saber establecer prioridades.

Cuando se presentan situaciones problemáticas se requiere generar un plan de acción, evaluar riesgos y dividir las soluciones en pequeños pasos. Esta habilidad de resolución necesita una mente que pueda evaluar el panorama en calma, sin precipitarse y con firmeza. Contar con esta competencia te beneficiará al momento de buscar cargos de mayor responsabilidad.

Adaptación al cambio: el cambio es normal dentro de las empresas, por lo que contar con empleados que se adapten fácil a las transiciones resulta muy atractivo. Ya sea porque se integran nuevas estrategias, porque se cambiará la estructura de los equipos de trabajo o porque se acepten nuevos proyectos en la compañía, lo importante es evitar la resistencia a lo nuevo.

Cuando una persona evade o no se adapta a los cambios, se limita muchas veces a nuevos procesos, a la integración de nuevos miembros al equipo y a dinámicas de equipo distintas, por lo que puede resultar contraproducente para el ritmo de evolución de muchas empresas.

Influencia social y liderazgo: poder conectar con otras personas resulta clave para difundir una idea y generar gusto por nuevas propuestas, ello se demuestra cuando alguien logra tener empatía y se relaciona con otros para que crean en él, lo que se traduce muchas veces en confianza.

Dentro de las metas de cargos gerenciales siempre se busca contar con líderes que orienten a sus compañeros de trabajo y que generen esa motivación a creer en sus ideas, a valorar sus opiniones y a generar cambios positivos en cada individuo.

Inteligencia emocional: se relaciona con la empatía, el poder entender las situaciones que atravesamos y saber manejar nuestras interacciones apropiadamente, además de comprender muy bien la percepción que se tiene de nosotros.

Ser inteligente emocionalmente es tener esa sensibilidad para compartir un mensaje, entender las relaciones que tenemos con nuestros grupos de trabajo y poder cumplir con méritos en lo que se espera de nosotros. Esta competencia también se relaciona con la capacidad de anticipar las necesidades de los demás y de hacernos partícipes de esas situaciones.

Creatividad: es la capacidad que existe de generar ideas que escapen a los terrenos convencionales o ya explorados, así, alguien creativo puede describirse como una persona que busca innovar y cambiar el cómo se percibe algo (un concepto, un producto, un servicio).

Para ser creativo también es necesario tener un conocimiento amplio de qué esperan los receptores de esa idea, conocer históricamente qué se ha hecho en ese terreno, saber qué recursos se pueden aplicar y cómo generar sorpresa a esa audiencia. Se requiere de empatía pero también de esa calidad de entender y ofrecer lo inesperado.

Esperamos que esta explicación de habilidades blandas te ayude a tener una orientación sobre qué otras competencias valoran las empresas al contratar a una persona.

Recuerda que puedes reforzarlas con ciertos cursos o talleres en tu universidad e incluso puedes apoyarte en actividades en tus clases regulares para mejorar algunas de ellas como el trabajo en equipo o la creatividad.