Metaverso y la educación: ¿cuáles son las posibilidades que nos presenta el futuro?

¿Has escuchado sobre el metaverso? Aunque se trata de un término que existe hace bastante tiempo, se volvió tendencia hasta hace muy poco gracias al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, y debido a sus implicaciones en muchos aspectos de la vida cotidiana tal y como la conocemos. Por esa razón, el día de hoy te contaremos qué es el metaverso y cuáles son las posibilidades que presenta para el futuro de la educación superior. 

 

¿Qué es metaverso? 

 

Empecemos por el principio: ¿qué es el metaverso? Básicamente, es un término que se utiliza para hablar de un mundo virtual. Sí, un mundo que funcionará en la web y al cual podremos acceder a través de una serie de dispositivos. El objetivo de esta tecnología es que los usuarios logren sentir que realmente están en otro mundo gracias a gadgets de realidad virtual y realidad aumentada como gafas y otros accesorios. 

Aunque suena a un concepto de la ciencia ficción, hoy en día muchos están apostando por esta novedad. De hecho, para muchas empresas de tecnología y expertos en el tema, el metaverso es “lo que viene luego del internet”. 

Actualmente, existen muchos mundos virtuales, especialmente en los videojuegos, en los cuales puedes crear un avatar y empezar a jugar. No obstante, el objetivo del metaverso no es ser un mundo virtual común; es convertirse en un universo alternativo que se sienta tan parecido al mundo real como sea posible. 

Por eso, se busca que sea un mundo completamente inmersivo en el cual los usuarios puedan interactuar y realizar todo tipo de actividades como en la vida real. Y sí, eso incluye a los procesos de aprendizaje y la educación superior.  

 

 

¿Cuál es el futuro de la educación en el metaverso? 

 

La utilización de mundos virtuales en la educación no es una novedad; de hecho, se han aplicado desde los años 90. Actualmente, muchas instituciones emplean la plataforma multimedia Second Life dentro de sus procesos de enseñanza. Y ahora, gracias al boom de la virtualidad que generó la pandemia, la utilización de estas tecnologías es cada vez más común.  

Sin embargo, las posibilidades que plantea el metaverso para la educación van más allá de lo que se ha conocido hasta el momento. Por ejemplo, uno de los escenarios que imaginan empresas de telecomunicaciones como Ericsson involucran hologramas: la idea es que todos los estudiantes de un aula de clase utilicen gafas de realidad extendida y puedan recibir clase de su profesora, que aparece en el metaverso como un holograma, pero que físicamente se encuentra en un tren en Europa.  

Veamos algunas de las ventajas que plantea el metaverso para la educación: 

 

• Mayor integración en las aulas de clase 

 

El metaverso podría facilitad la integración de tecnologías en el aula. La gran mayoría de las plataformas y herramientas de realidad aumentada y virtual existentes no son compatibles entre sí, pero esto podría cambiar gracias al metaverso.  

 

 

• Más y mejores experiencias de aprendizaje 

 

Gracias a la realidad virtual y la realidad aumentada, las experiencias de aprendizaje pueden ser mucho más inmersivas.  Por ejemplo, una lección de anatomía puede ser mucho más ilustrativa y permitirles a los estudiantes no solo conocer, sino vivir lo que aprenden.  

Los límites de lo que estas tecnologías permiten a la hora de brindar experiencias de aprendizaje son aún inciertas, pero las posibilidades de una educación más inmersiva proponen una gran mejoría.  

 

• Personalización de contenidos y procesos de aprendizaje 

 

Otra de las posibilidades que el metaverso presenta para la educación es la de personalizar los contenidos y los procesos de aprendizaje de acuerdo con los intereses del estudiante y su avance en cada asignatura. Esto facilitará el seguimiento y evaluación que realice el docente.  

 

¿Cuáles son los retos de la educación en el metaverso? 

 

Además de todos los avances que aún hacen falta para que el metaverso sea tan inmersivo como se espera, uno de los principales retos que se deben superar para lograr que todos estos escenarios de la educación sean posibles es la democratización del acceso al internet. Actualmente, muchas personas en el mundo siguen sin tener acceso libre y completo a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), especialmente a internet.  

De acuerdo con un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, 2.900 millones de personas no han accedido jamás al internet. Esta cifra representa el 37 % de la población del planeta; un tercio de la población mundial. Si esta brecha no se supera, el acceso a la educación virtual del futuro solo ampliará y empeorará las desigualdades que existen actualmente. Algo similar ocurre con la alfabetización digital, es decir, las habilidades para entender e interactuar con los ecosistemas digitales.  

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