La salud mental del estudiante: distorsión de la imagen corporal

Todos nos solemos preocupar, en mayor o menor medida, sobre nuestro aspecto. Esto es considerado normal; sin embargo, existen casos donde algunas personas consideran que ciertas partes de su cuerpo son “feas, poco atractivas, deformes, repugnantes o monstruosas”[1], cuando esto sucede y hay una preocupación excesiva hay que prestar más atención.

Puede que al sentir este desagrado con una o más partes de tu cuerpo evites socializar, que te vean, conversar con otros y ello puede repercutir en tu vida social y académica, debido a que percibes que otros te rechazan y se fijan en eso que no te gusta de ti mismo.

Conozcamos más a fondo acerca de la distorsión de la imagen corporal.

¿Qué es la distorsión de la imagen corporal?

En la psicología se le reconoce como “trastorno dismórfico corporal” y corresponde muchas veces en ver, de manera distorsionada, la realidad que existe frente a una o más partes de tu cuerpo.

Por ejemplo, puedes considerar que tu nariz es terrible y que es incluso anormal, cuando en realidad es normal; lo mismo puede pasar con las orejas, el vello facial o corporal, la boca, los ojos, las piernas, los senos, las manos, el color de la piel, etc.

Este trastorno es complicado, ya que quienes lo padecen pasan muchas horas centrados en corregir o tapar ese “defecto”, no solamente en casa sino en cualquier lugar donde se encuentren, así puede que incluso pierdas clases porque no te sientes cómodo con el cómo te ves.

¿Cómo alguien puede identificar si realmente hay algo anómalo o si se tiene razón?

Una forma muy efectiva es ir al médico, ya que cualquier preocupación pueden validarla e incluso pueden recomendarte asistir al especialista correcto (un psicólogo) en caso de que no encuentren ninguna patología física.

Otra alternativa es asistir directamente a un psicólogo o terapeuta psicológico, de esta manera puedes sentirte cómodo ya que es una especialización médica que puede determinar si existe realmente una anomalía física o si es más un problema de salud mental que pueda tratar de una vez.

Si estás pasando por una situación difícil, nuestros contenidos sobre estrés, ansiedad, depresión, insomnio o dificultad para socializar podrían informarte y darte el apoyo necesario para acudir a un psicoterapeuta.

¿Cuáles son los síntomas que lo convierten en un problema?

Hay varias maneras de notar este trastorno y mayormente es de acuerdo con tu comportamiento. Todos notamos cuando existen cosas que nos hacen más difícil la vida y que no nos hacen sentir que estamos plenos o que no nos permiten disfrutar lo que vivimos.

Recordemos que esto se vuelve un problema cuando evita que te sientas bien contigo mismo, te genera una preocupación constante, no puedes dejar de pensar en ello y resulta en la afectación de otras partes de tu vida: estudiantil, de trabajo, familiar, con amigos, etc.

Algunas formas de detectarlo también son si preguntas mucho a tus amigos o familiares sobre ese defecto que tienes, si te comparas mucho con otras personas o buscas la aprobación constantemente de los demás basado en tu apariencia y si tienes una “fuerte creencia de que tienes un defecto que te hace feo o deforme”[2].

¿Cómo afecta las relaciones con los demás?

Otros podrán verse afectados a partir de esta conducta por varias razones:

1.- Mientras tus creencias de que el defecto es más real padecerás de una mayor angustia y esto puede verse agravado si sientes que los demás desestiman tu problema y no lo toman en serio. Puede incluso que desarrolles cierto desdén, desconfianza, miedo, odio o rencor frente a los demás.

2.- Dado que se produce de manera progresiva o de forma brusca, puede que evites salir en público debido a que no te gusta que otros te vean, comiences a salir solo de noche o incluso te restrinjas de salir en lo absoluto. Esto afectará directamente tu autoestima y tu conducta social, por lo que es necesario que busques apoyo con un psicólogo.

3.- En ocasiones el trastorno puede agravarse tanto que te puede generar depresión, ansiedad, hospitalizaciones continuas e incluso conducta suicida[3], por lo que no debes verlo como algo pasajero y que se curará por sí solo, sino que debes tomar medidas de apoyo y tratamiento de salud mental.

¿Cómo buscar ayuda?

Este es quizá el punto más difícil, ya que quienes sufren este tipo de trastorno poco querrán acercarse a un profesional médico para que los ayuden a superar este problema, ya que sienten poca motivación y se sienten mal respecto a sí mismos.

Lo ideal es poder agendar citas de psicoterapia que ayudarán a entender mejor la realidad, el problema por el que se atraviesa y a realizar un reentrenamiento sobre cómo se perciben, se trabaja la relación con uno mismo y la autoestima.

Si sientes que tú o alguien cercano a ti puede padecer este problema puedes preguntar directamente en tu institución de salud sobre los servicios de atención y orientación psicológica, que de seguro podrán darte más información y apoyarte en esta situación.

También puedes comunicarte a través de las líneas nacionales del gobierno Línea 169 (marcar opción 2) o a los teléfonos 523-6840 y 523-6813.